El inicio de un nuevo año suele venir acompañado de expectativas, metas y nuevos desafíos. Para la infancia y la adolescencia, estos momentos pueden generar entusiasmo, pero también estrés, inseguridad o presión. Desde nuestra experiencia, sabemos que el bienestar emocional se construye día a día, con apoyo, escucha y herramientas adecuadas.
Incluir la salud mental en un de año nuevo es una forma de reconocer su importancia y de asumir un compromiso activo con el bienestar propio y colectivo.
Propósitos que pueden transformar el 2026
Proponemos algunas soluciones sencillas, alcanzables y con un impacto real:
- Crear espacios de conversación emocional en familia, en el aula y en la comunidad.
- Promover hábitos saludables que favorezcan el equilibrio: descanso, actividad física y uso responsable de la tecnología.
- Normalizar pedir ayuda cuando surgen dificultades, eliminando estigmas y fomentando la búsqueda de apoyo profesional.
- Fortalecer habilidades socioemocionales como la autoestima, la empatía y la gestión emocional.
- Participar en iniciativas solidarias que apoyen a menores en situación de vulnerabilidad emocional.
Cada propósito, por pequeño que parezca, contribuye a construir entornos más seguros, empáticos y saludables.
Un compromiso que nos une
En Fundación Primer Paso trabajamos para que ningún niño, niña o adolescente quede sin apoyo psicológico por motivos económicos o sociales. Pero este compromiso es más fuerte cuando lo compartimos. Familias, centros educativos, instituciones y empresas forman parte esencial de este camino.
Hacer de la salud mental una prioridad en 2026 es apostar por un futuro más humano, más consciente y más resiliente.


